Hablamos de ellas en el cuarto lugar de esta lista, pero podríamos ponerlas en la cima de los consejos más importantes. ¿De qué sirve planificar, estar actualizado, tener una rutina, … si no usamos ninguna técnica efectiva para trabajar con la información y para fijarla en la memoria?

Conocer y saber aplicar técnicas de estudio efectivas es de vital importancia.

En primer lugar, debes dominar las Técnicas de Trabajo Intelectual. Estas técnicas son con las que accedemos a la información, extraemos lo importante y las organizamos. No son nada más y nada menos que la lectura, el subrayado, el resumen y los esquemas. Saber hacer esto BIEN te hará ganar muchos puntos.

En segundo lugar, debes conocer técnicas y estrategias de estudio que te ayuden a memorizar mucho mejor.

Memorizar es, de forma resumida, retener en la memoria durante un periodo de tiempo cierta información y tener la capacidad de acceder a ella y evocarla rápidamente.

Parar lograr esto existen ciertas técnicas para reducir el olvido y aumentar nuestra capacidad de retención.

Una de ellas es el aprendizaje espaciado. Esta técnica nos enseña como reducir el olvido espaciando los repasos de un mismo tema cada vez más en el tiempo. De esta forma, nuestro cerebro realizará un esfuerzo cada vez mayor en acceder a la información y por lo tanto mejorarán las conexiones neuronales para recorrer el camino hasta donde tenemos los contenidos memorizados.